En algún momento de la vida, todos nos hemos sentido atrapados en relaciones que nos desgastan, que nos hacen sentir pequeños e inseguros. La dependencia emocional es una trampa silenciosa que nos roba la libertad, nos impide ser nosotros mismos y nos limita a la hora de construir relaciones sanas y equilibradas.
Yo misma he pasado por esa experiencia. Durante mucho tiempo, me sentí atrapada en una relación que me hacía sentir insuficiente, donde mi autoestima se desvanecía día a día. Fue entonces cuando decidí buscar ayuda profesional y comencé mi camino hacia la recuperación con terapia dependencia emocional en Vigo.
El proceso no fue fácil, pero con el apoyo de mi terapeuta, aprendí a identificar los patrones de comportamiento que me llevaban a la dependencia emocional, a reconocer mis propias necesidades y a poner límites saludables en mis relaciones.
A través de ejercicios y técnicas específicas, comencé a fortalecer mi autoestima, a valorarme como persona y a comprender que merecía relaciones basadas en el respeto y la reciprocidad. Aprendí a comunicarme de forma asertiva, a expresar mis emociones sin miedo y a tomar decisiones que me beneficiaran a mí misma.
La terapia me proporcionó las herramientas necesarias para romper con los patrones de dependencia emocional y construir relaciones más sanas y equilibradas. Aprendí a reconocer las señales de alerta en futuras relaciones, a poner límites desde el principio y a no dejarme llevar por el miedo al abandono.
Recuperar mi libertad interior ha sido un viaje transformador. Hoy me siento más fuerte, más segura de mí misma y capaz de construir relaciones basadas en el amor propio y el respeto mutuo. Si te sientes identificado con mi historia, te animo a que busques ayuda profesional. No tienes por qué pasar por esto solo. Existen terapeutas especializados que pueden acompañarte en este proceso de recuperación y ayudarte a construir una vida más plena y auténtica.